La educación debe cambiar al ritmo que la sociedad lo hace, para enseñar hay que hacerlo con gusto y sentir satisfacción propia.
El maestro debe permanecer en constante transformación, que a la vez que va modernizando la sociedad a si mismo debe ir cambiando el docente. En esta transformación es donde se va haciendo el verdadero maestro, pero también hay que tener en cuenta que para todas estas evoluciones debe permanecer ante todo la ética que nosotros somos una figura integral y debemos tener un equilibrio, y adoptar cosas de lo tradicional y de los nuevos métodos para educar.
SOCRATES:
EL MAESTRO COMO PARTERO
“El maestro que ayuda a dar a luz, que crea las condiciones para que la vida sea. El partero siempre dispuesto, pues uno nunca sabe cuando la vida tiene a bien aparecer, el partero decidido, capaz de formar un parto o de dar la palmadita necesaria para que el aire llegue a los pulmones del estudiante. El que sabe sacar eso tan positivo que conviene en nuestro interior es justamente el MAESTRO. Partero porque esta ahí a las afueras al borde al lado para asistir ayudar, jalar o dar ánimos”.
Estas palabras de Sócrates nos invita a acompañar al estudiante cuando este lo necesite, a empujarlo si en algún momento se está quedando, los Maestros debemos de estar en condición favorable para atender a las necesidades del niño, en otras palabras el docente debe ayudar y guiar a los estudiantes.